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Sunday, April 26, 2015

Cabeza de carnero

Allí estaba,plantado frente a mi, con esa mirada inquisitiva y desafiante. El brillo de sus ojos en la penumbra resultaba perturbador. Yo intentaba pasar rápido sin mirarle temiendo que un día me agarrara por el hombro con sus manazas. Sí, estaba convencida de que un día abandonaría su eterna pose chulesca; brazos en jarra y marcando pectorales, para zarandearme y gritarme: "¡Mírame, mira al monstruo que has hecho! ¿No ves que la cabeza me pesa demasiado y me provoca sufrimiento? ¡Si hasta a ti te doy miedo!"
 En eso no se equivocaba Cabeza de Carnero. Desde que le di la última pincelada y lo colgué al lado de la puerta de la cocina, su presencia me producía cierto malestar. "Da miedito" dijo mi madre cuando lo vio terminado. El cuadro iba a ser el primero de una serie dedicada a los signos del zodiaco pero los pinceles,mis manos,mi mente o mi talento se torcieron y el pobre Aries con su ceñida camiseta roja terminó pareciendo una imagen de alguna secta satánica. No recuerdo durante cuanto tiempo exhibimos a la criatura; dudo de que llegara al mes. Cuando decidí descolgarlo, mi madre no podía disimular su alivio. "No tenía mucho sentido tenerlo ahí,¿no? En casa no hay ningún Aries". Cierto. Así que una servidora Tauro decidió cambiar a Cabeza de Carnero por un boceto que representaba a un triste hombre toro arrodillado."La derrota del Minotauro".
La cabeza de carnero que ilustra este post es un boceto previo al "famoso cuadro" que a día de hoy permanece oculto en el armario de un trastero. "La derrota del Minotauro" corrió la  misma suerte.

Thursday, April 23, 2015

The tenderness of the dragon / Sant Jordi

"Y tras ahuyentar al impertinente caballero, la princesa abrazó al dragón y continuó leyendo".
"And after chasing away the pestering knight, the princess hugged the dragon close to her and kept on reading".

¡Feliz Día del Libro! Happy World Book Day!

Sunday, April 12, 2015

Caperucita cazada

Me lo dice con un hilillo de voz y apenas puede sostener la mirada: "El caso es que estoy saliendo con un cazador" Ella es vegana, hace años que dejó de consumir productos de origen animal, rescata animales de la calle y es asidua a manifestaciones antitaurinas,antipieles y demás acciones en defensa de nuestros hermanos de cuatro patas,plumíferos,etc. Si no recuerdo mal la conocí precisamente en un sarao contra la caza. Tiene narices. "Debo parecerte una persona horrible o dirás que estoy loca" "No,no,no. Nada de eso" Tampoco sé qué decirle, la verdad. Años atrás le hubiera soltado un bufido seguido de un sermón y no sé qué hubiera sido de nuestra amistad. "El corazón tiene razones que la razón no entiende" pienso.Lejos de desanimarla le digo que siga con la relación si esto es lo que de verdad quiere pero...¿Se lo digo o no se lo digo?  El choque parece inevitable. Prefiero no imaginarme lo que debe de ser que tu amor regrese a casa con una ristra de perdices en la mano; ver los cadáveres en la nevera, el desplume, el descuartizamiento,... Me estoy poniendo enferma. Y tener escopetas en casa. Con el pavor que me producen las armas. Todo esto me lo digo a mi misma, claro. No soy Elena Francis. Ni yo ni nadie tenemos derecho a decirle lo que tiene que hacer. ¿Será cierto aquello de que los extremos opuestos se atraen? Porque es que la vegana y el cazador no coinciden en ideas políticas ni en nada. Sólo coinciden en que se aman. No sé si serán felices; lo único que sé es que al menos uno de ellos no comerá perdices.