Estoy sentada en una sala de reuniones que parece haber sido amueblada para acoger a un consejo de ministros pero sus grandes y rancios sillones están destinados a acomodar el culo de centenares de nerviosos aspirantes a empleos con salarios que distan mucho de los de cualquier excelentísimo.
La entrevistadora es una mujer madura que viste un sobrio traje pantalón. Nada más entrar ya adivino que esta entrevista no será fácil. Fría y distante me mira con recelo. Es de esas trabajadoras de RR.HH. que no dialogan, interrogan. Coge mi CV, lo mira de reojo y lo deja a un lado en la mesa."Bien,si te has inscrito a esta oferta de trabajo entiendo que es porque cumples con los requisitos que pedimos. Vamos a hablar de otros aspectos", ¿Otros aspectos? Oh,oh, una lucecita roja y una sirena se encienden en mi cerebro. Tras preguntarme por mi situación laboral actual empieza el espectáculo. "¿Estado civil? ¿Soltera?¿Pero soltera de verdad? ¿Tienes pareja? ¿Vivís juntos? ¿De dónde es él? ¿En qué lugar se enamoró de tí? ¿De dónde es? ¿A qué dedica el tiempo libre?"; así de carrerilla, sin dejarme responder ni respirar. No doy crédito a lo que oigo.¿Está recitando la letra de aquella conocida canción de Perales? ¿Lo he entendido bien? ¿Quiere saber si tengo pareja y a qué se dedica? Por supuesto tampoco falta la pregunta de los hijos. "¿Valen los gatos como hijos?" ;"No", responde secamente. Falta de humor y de amor a los animales. Mal vamos, señora. Respondo con evasivas a su vergonzoso y humillante interrogatorio y deduzco que a estas alturas ya ha declarado a la sospechosa culpable de querer ser una mujer moderna e independiente a la que no le gusta nada que metan las narices en su vida privada. La entrevista finaliza sin que me haya preguntado por mi nivel de francés, idioma muy valorable para optar al puesto al que aspiraba. C´est très honteux,madame! Ni tampoco por mi dominio de un determinado programa informático. Bah, todo esto ya debe de estar en el curriculum. ¿Y qué es el curriculum para ella? Me temo que un papelucho de menor importancia que el Libro de Familia cuando el candidato es mujer.