No sé exactamente cuando llegó a mi vida pero si cómo. Mi amiga Clara decidió un buen día ilustrar sus cartas con una alegre y díscola araña que reptaba entre líneas y tejía sus redes en cada esquina. Se llamaba Tecla,supongo que en honor a su congénere protagonista de "La Abeja Maya". Era muy graciosa con sus monólogos pero también algo entrometida. Viendo que Tecla necesitaba conversar, tener una amiga por correspondencia más afín a ella, decidí crear a Herminia, una hormiga rebelde y aventurera con un evidente gusto por la estética punk. Los diálogos entre Tecla y Herminia no tardaron en eclipsar los que mantenían sus amigas humanas. La relación duró lo que tenía que durar; dos o tres años, lo que viene a ser la esperanza de vida de estos arácnidos e insectos. Ni la pobre Tecla era una tarántula, que dicen que pueden alcanzar la edad de 25 años, ni la tierna Herminia aquella hormiga reina que aseguran llegó a vivir 29 años. Sus humanas, pese a vivir tan cerca,en Tarragona y Barcelona respectivamente, nunca llegaron a verse las caras.
Poco tiempo después de la muerte de ambos bichos,empecé a cartearme con Marga, una muchacha encantadora y muy simpática de Valladolid a
la que, como a mi, le agradaba escribir largas misivas en papel DIN-A4 que decorábamos con pegatinas y dibujitos. Escribíamos sobre animales,música,libros,películas,astrología y mil cosas más.También nos contábamos algunos problemas.Le comentaba que quería hacerme vegetariana pero que en casa no me dejaban porque tenía anemia. "Debes de comprender que si tienes anemia tienes que comer de todo, incluso carne, y sino iré yo un día a Barcelona y te enterarás de lo que vale un peine". Marga me decía resignada que no estudiaría biología ("yo lo que querría es ser como Félix Rodríguez de la Fuente") porque su padre sentenciaba que con eso no se ganaba dinero; que mejor que aprendiera el oficio de peluquera, como su hermana mayor. El padre de Marga era un personaje sombrío que aparecía a menudo en sus cartas, siempre protagonista de los episodios más desagradables. Imposible olvidar aquella carta en la que la pobre niña me narró cómo años atrás, su padre había decidido deshacerse de la perra "porque era vieja y ya no servía para cazar" y se la había llevado de casa desoyendo los llantos y súplicas de sus cuatro hijas. Días después de haber sido abandonada en el campo, la desgraciada criatura logró encontrar el camino de regreso a casa y Marga se volvió loca de alegría al verla en la puerta. La perra estaba en unas condiciones pésimas. Tenía el cuello torcido y sus ojos imploraban piedad. No la encontró en aquel hombre cruel que no dudó en volvérsela a llevar. "Jamás olvidaré la última mirada de mi perra" . Ni yo esta espeluznante historia ni cosas por suerte
más agradables y banales; como aquel autorretrato que me envió una vez: un esqueleto con peineta y castañuelas. ¡Habría hecho buenas migas con Bianca Boneskelet! El intercambio de correspondencia se cortó de repente, sin esperarlo. Siempre he sospechado que su padre tuvo algo que ver... Coincidió con la época en la que me hice vegetariana. "¡Qué haces perdiendo el tiempo escribiéndote con una loca que te va a meter ideas raras en la cabeza!" A juzgar por lo que contaba Marga en sus cartas, ese hombre lo controlaba todo y el ambiente del hogar debía resultar tan asfixiante como el de "La Casa de Bernarda Alba". No volví a saber de ella pero estoy segura de que hoy en día estará haciendo algo útil por los animales. A lo mejor nos seguimos mutuamente en Twitter difundiendo perros y gatos en adopción.Quién sabe...
Qué historia de amistad más bonita y qué pena que se acabara. Hay padres asfixiantes.
ReplyDeleteBesos
Tal vez algún día os volváis a encontrar. ¿Quién sabe? Un besote!!!
ReplyDeletequé manía con que las carreras teóricas como ciencias biológicas, que quería estudiar tu amiga, no tienen salidas. a mí me quitaron de la cabeza la idea de estudiar ciencias matemáticas con los mismos argumentos peregrinos.
ReplyDeletequizá un día puedas localizarla en facebook o en twitter, el mundo es un pañuelo...
Pues sí, quizá ya os sigáis o si no, dale tiempo al tiempo, nunca se sabe. Bonita historia la que nos cuentas. Me han encantado Tecla y Herminia :-D
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