Sunday, January 17, 2016

BULLIED

"¿Dónde me he metido?" me pregunté a mi misma mirándome al espejo,esforzándome para no caer en la autocompasión."¿Vale la pena dejarlo todo; tu familia,tus amigos y tu ciudad para terminar en un trabajo basura en el que te obligan a llevar una espantosa y almidonada camisa blanca que te hace parecer un espectro? Desenfundé el rimmel y apareció otra cara en el espejo. "No creo que sea buena idea, Gen. Aquí son muy estrictos con el tema maquillaje. Sólo te dejan llevar base,hacerte la línea de los ojos y un color de labios que parezca el tuyo natural". "Vaya,eh,..No lo entiendo; trabajamos de cara al público, se supone que debemos dar buena imagen, pero si lo quieren así..." respondí sonriendo a X y guardando el arma prohibida en el estuche. "¿Dijiste que eras vegetariana, verdad? Te he guardado un sandwich de hummus y una hamburguesa de tofu. Date prisa que media hora de descanso pasa enseguida" Al menos el catering que proporcionaba la empresa era abundante, de buena calidad y se adaptaba a las distintas dietas de los empleados. "No todo va a ser malo. Algunos de mis compañeros parecen majos, sobretodo X que me está ayudando tanto". "Espero no ser un estorbo. Además de hacer tu trabajo ahora te han encasquetado la tarea de enseñar a la nueva" dije a X durante mi primera semana de trabajo. "No, por favor. Es un placer tener aquí, por fin, alguien normal,una persona educada con quien poder hablar. Lo siento pero pronto te darás cuenta de lo que se cuece" la amarga sonrisa que se dibujó en su cara hizo despertar mis temores o más bien confirmarlos. No había buen rollo: la falta de compañerismo y los malos modales eran la tónica general en la empresa y a X le tocó la peor parte. Si algo salía mal era culpa de X, si faltaba ésto o aquello era por X, si disminuían las ventas era por X. Se mofaban de sus comentarios, de sus gustos, de su forma de vestir. X era muy presumido y al finalizar su jornada laboral se liberaba del horrible uniforme y siempre salía hecho un pincel. "Gen, ¿pero no ves que es gay?" me decía nuestra recién ascendida jefecilla mirando burlonamente a la puerta donde me estaba esperando X para irnos de copas. "Lo que sea X, lo que seas tú o lo que sea el de más allá no creo que sea del interés de nadie. X es un buen compañero y amigo" respondí. Y si que lo era, a lo de buen compañero y amigo, me refiero. Pronto empezamos a quedar muchas tardes después del trabajo para ir a tomar un café, ir de tiendas,visitar museos,exposiciones,al cine o simplemente para pasear y echarnos unas risas a costa de esos desgraciados que le estaban amargando la vida. Yo imitaba a nuestra jefecilla y terminábamos soltando tan sonoras carcajadas y unos lagrimones que la gente a nuestro alrededor nos miraba como si estuviéramos majaras. También compartimos momentos trágicos como el de enterarnos que se habían producido unos atentados terroristas, la clase de suceso del que siempre recuerdas qué estabas haciendo tu en ese momento y quién te acompañaba. Nos deprimimos mucho y estuvimos varios días hablando de ello. En el trabajo, donde observaban que cada día antes de marchar cogíamos y nos repartíamos los periódicos,nos consideraban dos aburridos obsesionados por las noticias. A mi siempre me ha gustado estar informada, saber qué pasa en el mundo, y a X, cómo no le iban a interesar si era licenciado en periodismo. "Algún día ejerceré. No voy a resignarme a trabajar siempre en cosas que no me gustan. Y tú también harás algo creativo, ya lo verás. Esto de ahora es algo pasajero, un trabajo de juventud" me  decía muchas veces. Ambos sabíamos lo que era trabajar como periodista e ilustradora freelance en nuestros ratos libres, que en numerosas ocasiones significa trabajar por amor al arte."¿Éste periodista? ¡Vamos es que no me lo puedo imaginar!" graznaba alguno de los bullies de turno.
Nuestra amistad fue creciendo hasta el punto de que también quedábamos muchos fines de semana e incluso estudiamos la posibilidad de compartir piso - yo estaba hasta el moño de la loca de mi casera y X estaba pagando un precio desorbitado por un apartamento. Todo esto contribuyó a que en el trabajo corriera el falso rumor de que X y yo éramos pareja y empezaron a lanzarnos miradas y comentarios maliciosos. Yo les caía mal y les empecé a caer peor pero sus desaires me traían al fresco.
Pasaba mucho tiempo con X, es cierto, pero también quedaba con otros amigos. En uno de esos momentos con "los otros" conocí a un chico con el que nos gustamos y empezamos a salir. A X no le sentó nada bien. La que era su "amiga del alma", su confidente, ya no tenía tanto tiempo para él. X empezó a resultarme cargante, siempre llamándome, fuera en el trabajo o al móvil. "Gen,Gen,Gen,..." y mi trato hacia él cambió.Cuando no le respondía con desgana era con brusquedad. Es duro reconocer que fui muy desagradable e injusta con él. No tardamos en distanciarnos y hasta dejamos de hablarnos tras una fuerte discusión. Una reacción muy infantil por ambas partes, mas si tenemos en cuenta que seguíamos siendo compañeros de trabajo. El orgullo tonto impidió que le pidiera perdón. ¿Qué aún estoy a tiempo? No, veréis, X vio cumplido su sueño de dedicarse al periodismo y terminó como presentador de noticias en televisión. Ahora cualquier intento de contacto sería interpretado como interés de acercarse al "famoso" ¿No os parece?
Y así termina una true story dominguera de Gen. Espero que os haya gustado ;)
PD. La imagen que ilustra el post no es ningún retrato de X.

7 comments:

chema said...

vaya, y esa historia sucedió hace muchos años? no tiene interpretar un posible acercamiento tuyo como interesado, y si en un principio lo pensara, pronto se daría cuenta de que no es así. esas cosas se notan.
en los trabajos hay cada gilipollas... llevan allí desde tres meses antes de que tú entraras, y parece que la empresa es suya. y se hacen unos a otros bromas privadas como para dar a entender que tienen mucha complicidad y que tú eres el nuevo. patético...

Gen said...

Ocurrió hace ya unos cuantos años, Chema. Si, por desgracia conozco esa actitud que bien describes. Nunca comprenderé qué pasa por la mente de esas personas que disfrutan haciéndoselo pasar mal a otros. Menudas vidas de asco deben tener y que frustrados se deben sentir.

MausCrochet said...

Interesante historia.... :-D

Geno said...

Bonita la historia por la parte de la amistad y el compañerismo que encontraste en ese nido de víboras que era tu trabajo y triste por ese final tan desafortunado.
Si realmente te interesa volver a contactar con X, inténtalo, aquella fue una amistad verdadera y tiene que conocerte lo suficiente como para saber que no te acercas porque sea famoso. Y si lo piensa, pues sabrás que no merece la pena pero al menos lo habrás intentado. Bueno, es una opinión jejeje

Opiniones incorrectas said...

Qué desagradable tener mal ambiente de trabajo, si es que no sé qué se gana con eso...

Besos

Cheska said...

Uuuuaaau que historia! Una pena que exista gente asi...

Gen said...

Gracias Maus,Geno,Eva,Cheska,... a todos por leer y comentar:)

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