Sunday, September 25, 2016

La Señora del Tren

Me senté en un asiento de pasillo pese a que el vagón iba prácticamente vacío. Sólo tres estaciones. Un trayecto de apenas diez minutos. Ni me molesté en sacar el libro del bolso. Bloques y más bloques de pisos intercalándose entre fábricas,almacenes y algún que otro huerto urbano. Un paisaje poco prometedor. Giré la cabeza y vi que en el asiento a mi derecha había una señora observándome. Llevaba unas llamativas sandalias blancas y una media melena sujeta por detrás con un pasador. Las manos reposando en su regazo, adornadas con varias pulseras.Anillos de diversos volúmenes,colores y formas enfajando sus dedos. Estilo ochentero. Mi única compañera de vagón parecía haberse quedado anclada estilísticamente en la década del brillo y de los excesos. Clavó su mirada en la mía y esbozó una sonrisa. "¿De qué conozco yo a esa señora? Si,si,estoy segura ,no tengo ninguna duda de que la conozco. Vamos,cerebro,trabaja". La señora me miraba divertida."Venga si,piensa un poco.me conoces,desde luego que si.Lo sé" Yo estaba convencida de que en cualquier momento me hablaría y diría que era la madre de alguna compañera del cole o una antigua vecina de mi abuela. Qué sé yo.De repente un bombardeo de imágenes invadió mi cabeza. La cara de esa mujer con el cabello rubio,otras veces negro. Ahora más joven,ahora mayor. Con gafas de sol. Recortes de periódico,fotos de revista.Todo iba sucediéndose al mismo ritmo del traqueteo del tren. La televisión. Su imagen en movimiento mientras una voz en off articulaba su nombre. "¡Restituta Molina*!¡La mujer que está sentada al otro lado es la famosa Restituta Molina!" Protagonista de un crimen muy mediático y condenada por asesinato. Cuando descubro su identidad ella ya ha perdido el interés en mi persona.Noto su frustración. "¿Cómo no ha podido reconocerme?"  Intento no mirarla aunque me invade la curiosidad. Parece una persona solitaria.Siento hasta en cierto punto un poquito de compasión pero su pasado y sobretodo ese afán de notoriedad me resultan terriblemente perturbadores.Si,es difícil ponerse en su piel - o en sus zapatos, como dicen los ingleses - aunque yo en esas horribles sandalias no me meto ni loca,os lo aseguro. Después de ser declarada culpable de homicidio y de cumplir pena de cárcel lo más lógico sería,digo yo, querer pasar desapercibida; volver a ser una persona anónima, pero no. Allí está la famosa Restituta Molina, molesta conmigo, por no haber sacado el móvil y haberme hecho un selfie con ella.
*Nombre ficticio
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