Monday, July 30, 2018

Nunca pidas perdón

Lunares, flores y un colibrí sobre un fondo azul marino. El top me ha llamado la atención por esta graciosa ave pero un vez puesto me convenzo de que es un poco de señora mayor. Descartado, De las cuatro prendas sólo me queda por probar una camiseta muy casual pero con unas bonitas grullas bordadas en el escote, Oh, me gusta como me queda y ese  lacito para anudar en la cadera que...¡Oh, cielos! ¡Pero mira qué barrigota me marca! ¡Y es la última que queda! ¿Qué hago? Calma, sal del probador y mírate en el espejo que hay fuera. Son poco más de las diez de la mañana de un sábado. Sólo se escucha el parloteo de las dependientas y una cancioncita francesa como música de fondo. Me armo de valor, corro la cortina y doy un paso al frente y tres a la izquierda para plantarme delante del espejo tan contenta y ¡ oh, sobresalto! A mi detrás, veo una figura rosa saliendo muy alegre de otro probador. Ella también se ha asustado de mi, se ha borrado la expresión de alegría de su rostro y se ha refugiado de nuevo en su cubículo. Yo he hecho lo mismo.¿Pero de qué nos avergonzamos? ¿Mi inesperada compañera de probadores de sentirse bien con ese vestido que acaba de encontrar? ¿Yo de no tener el estómago firme y liso de Karlie Kloss y aún así mirar mi imagen con cariño?
El lunes observo algo diferente en una colega de trabajo, "Oh, te has maquillado los ojos, Te sienta bien el eyeliner." Ella ,un poco avergonzada "No suelo maquillarme, pero hoy hacía muy mala cara y ..."

 Ese mismo día "pillo in fraganti" a otra compañera mirándose muy sonriente y satisfecha en el espejo del lavabo. Al verse sorprendida, sale cabizbaja y colorada.En la cafetería un grupo de amigas cincuentañeras alaban el look rockero de una de ellas. "Estás genial, pareces una adolescente", la aludida ruborizada,"Bueno, es que no queda más remedio que intentar disimular la edad". En una conversación con una amiga, "Llevas un vestido monísimo. Ese azul me chifla", "Oh, gracias, me lo he puesto porque ya que me lo he comprado... aunque sé que parezco una mesa camilla"...Siempre justificándonos, haciendo comentarios negativos sobre nuestro aspecto... Siento no haberle dicho a la desconocida de la tienda que ese vestido le sentaba que ni pintado y que debería de comprarlo; a la señora (bueno, chica mayor) del bar que no tiene que esconder su edad para nada y que siga vistiendo como le dé la gana. A mi colega tendré que confesarle que yo, aveces, también le sonrio al espejo.

4 comments:

chema said...

creo que en general no hay que dar explicaciones ni buscar la aprobación de gente que no nos va a aportar nada ni nos van a resolver ningún problema.
yo a veces a amigas mías les comento por hablar de algo "hoy te has puesto coletita", o "te has aclarado el pelo", y les gusta que te hayas fijado, y te cuentan "pues es que me apetecía cambiar, etc. etc.", pero eso es diferente.

Mi Álter Ego said...

Pues tienes razón. Tendemos a justificarnos por todo. A veces es falsa modestia pero nos da como cosa que la gente piense que somos unas presumidas. Yo soy presumida y muy feliz de serlo, oye. Jajajaja. Besotes!!!

Ses said...

Pues eso, que si hay un poco de barriga, a lucirla, igual que si fuéramos hombres orgullosos de nuestras grandes barrigas (que los hay, y muchos,, sin ningún tipo de pudor). Y si nos sentimos guapas, ¡sin remordimientos!

Candela. said...

Yo la verdad hace tiempo que dejé de justificar... me he comprado dos armarios eneros de ropa y he hecho un curso de maquillaje y lo que no me maquillé de adolscente lo estoy haciendo ahora. Y me gusta, ea!

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