Dice de ella misma que de niña era un monstruo que sólo gritaba y lloraba hasta que un día descubrió el chocolate belga. Nacida hace 43 años en Kobe, la infancia y adolescencia de esta hija de diplomático transcurrió en Japón, China, Estados Unidos, Laos, Birmania y Bangladesh. A los diecisiete años se trasladó a la tierra natal de sus padres y del personaje de cómic con el que aprendió a leer a los tres años: Tintín. A los 21 años regresó a Japón y de esa experiencia surgió su primer libro "Estupor y Temblores" publicado en 1992. Actualmente Amélie Nothomb vive a caballo entre París y Bruselas y es la niña mimada de Albin Michel, la editorial francesa con la que publica una novela cada año. Autora polémica, algunos de sus colegas alegan que es en su excentricidad donde radica su éxito de ventas, su estilo cínico,mordaz y pedante no deja indiferente a nadie. Maestra de la autoficción, ella es su mejor personaje. Neogótica amante de sombreros imposibles, detesta el sol y adora los días nublados y lluviosos. Para vivir intensas emociones literarias lee las obras de los grandes autores sentada en sus tumbas. Así lo hizo con Oscar Wilde en el cementerio Père Lachaise.
"Leer las obras de los grandes novelistas sentada en sus tumbas puede ser caro" Especialmente si haces como Sadie y eliges las novelas de Charles Dickens, enterrado en Westminster Abbey, donde tienes que pagar 16 libras de entrada. ¿Cuantos días necesitarás para leer David Copperfield? ¡Qué caro cuesta el momentazo Amélie Nothomb! Añade también el coste del avión y el alojamiento si no vives en Londres...Nothomb asegura que se levanta todos los días a las cuatro y se bebe medio litro de té negro antes de empezar a escribir, tarea que la mantiene ocupada hasta las ocho de la mañana. Presume de ser una de las pocas escritoras que contesta las cartas de todos sus lectores, pero no espereis a que responda a vuestros comentarios blogueros; Amélie Nothomb no tiene blog, ni Facebook, ni Twitter,... Le horrorizan los ordenadores y se niega a tener móvil. Escribe en un cuaderno escolar y siempre con el clásico bolígrafo Bic cristal azul.
Se relaja paseando por el Sena desde el puente Alexander III hasta el Pont Marie y en primavera le encanta visitar el Jardin des Plantes para admirar la belleza de los cerezos japoneses en flor.
Acude a Closerie des Lilas para beber champán, porque sólo allí saben servirlo a la temperatura que le gusta a ella. Protagoniza la portada de todos sus libros y para ello elige siempre a los mejores fotógrafos.
Amélie Nothomb por Sarah Moon
Fotografiada por Pierre et Giles.
"Dios no es el chocolate. Es el nexo entre el chocolate y el paladar que sabe apreciarlo" Entusiasta del chocolate, Amélie Nothomb desmiente la leyenda que hay alrededor de su supuesta afición a los alimentos putrefactos. En cierta ocasión dijo que prefería los plátanos y las uvas maduros porque resultaban más sabrosos pero de aquí a hablar de pudredumbre...
El estilista belga de origen italiano Elvis Pompilio es el sombrerero favorito de Nothomb aunque la autora también siente debilidad por las creaciones de la francesa Marie Mercié
Sin duda las creaciones de Marie Mercié van muy acordes con la personalidad de esta escritora de inquietante mirada que ha protagonizado mi primera entrada post-vacacional. ¡Gracias por vuestras visitas y comentarios! Me pasaré luego por vuestros blogs. ¡Ay, señor, qué mala es la rentrée!