Wednesday, September 29, 2010
Thursday, September 23, 2010
Wildest Sadie
"En lo alto, dominando la ciudad y situada encima de una elevada columna, se hallaba la estatua del Príncipe Feliz. Era una estatua dorada, toda cubierta con delgadas láminas de oro fino; por ojos tenía dos resplandecientes zafiros y un gran rubí brillaba en la empuñadura de su espada."
"High above the city, on a tall column, stood the statue of the Happy Prince. He was gilded all over with thin leaves of fine gold, for eyes he had two bright sapphires, and a large red ruby glowed on his sword-hilt."
Así empieza "El Príncipe Feliz" de Oscar Wilde; mi cuento, el que más me fascinó y con el que más lloré de niña y que sigue aún hoy emocionándome su re-lectura. ¿Lo recordáis? Una estatua, una golondrina,la felicidad de ayudar a los demás, el invierno que acecha... Una historia deliciosa para leer en cualquier momento y muy apropiada para esos melancólicos atardeceres otoñales, y hablando de otoño, ¿qué tal hacer un pequeño resumen de las tendencias de la temporada recorriendo las obras de Oscar Wilde? Sadie ya se ha puesto en la piel - o metal - de príncipe feliz con un mono dorado de lentejuelas, una chaquetita al más puro estilo Chanel con hilo dorado y unos zapatos de cuña del mismo color.
"The reason I will not exhibit this picture is that I´m afraid I have shown in it the secret of my own soul." - The Portrait of Dorian Gray"
"La razón por la cual no exhibiré este retrato es que temo que en él muestro el secreto de mi propia alma". - "El retrato de Dorian Gray"
Sadie vistiendo dos de las tendencias de la temporada: traje de corte masculino y color camel.
Sadie con abrigo muy retro y botines frente al número 34 de la londinense Tite Street, hogar durante quince años de Oscar Wilde y donde escribió algunas de sus mejores obras: “El Príncipe Feliz y Otros Cuentos”, “El Retrato de Dorian Gray”, “El Abanico de Lady Windermere” y “La Importancia de llamarse Ernesto” entre otrasLas aves tienen un papel protagonista en varios cuentos de Oscar Wilde ( “El Príncipe Feliz”, “El Ruiseñor y la Rosa”,”El Niño Estrella”…); por ello he realizado estos estampados con motivos ornitológicosNo insistas, Sadie. No nos vas a convencer de que desciendes de Wilde porque exista cierto parecido en los ojos…“¡La vida es demasiado importante como para tomársela en serio!” Una de las muchísimas ingeniosas citas de Oscar Wilde. A veces no es tan malo eso de tener pájaros en la cabeza pero quizás es mejor tenerlos estampados en un mono.
“Uno nunca debería confiar en una mujer que dice su verdadera edad. Si cuenta eso es capaz de contarlo todo.”
Sadie en negro total, con capa y sombrero en un paseo fantasma por Piccadilly. El teatro Saint James que aparece en la imagen fue demolido en 1957 pese a una popular campaña de intento de salvación liderada por los actores Laurence Olivier y Vivien Leigh. La desaparición de este edificio fue todo un atentado al patrimonio histórico-artístico británico. El teatro había sido inaugurado en 1835 y en él se representaron por primera vez dos éxitos de Wilde: “El abanico de Lady Windermere” y “La importancia de llamarse Ernesto”. Hay una leyenda que cuenta que en 1923 tuvo lugar en el recinto una sesión de espiritismo en la que apareció una mano fantasma sujetando una pluma. Cuando la medium preguntó a quién pertenecía la mano, ésta escribió: “Soy Oscar Wilde. He regresado para hacer saber al mundo que no estoy muerto. La muerte es la cosa más aburrida del mundo; exceptuando el matrimonio o cenar con un director de colegio”. ¡Una frase muy digna de Wilde! Se celebró una segunda sesión a la que fueron invitados ancianos amigos de Wilde. La mano reapareció y escribió un mensaje más largo: “El rojo atardecer seguirá al amanecer verde manzana” y “Año tras año el espino da frutos rojos tras la blanca muerte de Mayo” El mensaje terminaba con un “Compadeceos de Oscar Wilde”
“No tengo nada que declarar excepto mi genio” Una petulante cita atribuída a Wilde a su llegada a la aduana de Nueva York. Sadie se siente tan identificada con ella que hasta se la ha estampado en una camiseta. No apto para pasar desapercibida, como tampoco lo es uno de los colores estrella de la temporada: el rojo. ¿Y el fondo de plumas de pavo real, Sadie? Ah, dice que Oscar Wilde decoraba su habitación del Magdalen College de Oxford con ellas.
Sadie se suelta la melena e imita a Salomé, protagonista de una de las obras más célebres del dramaturgo. Viste para la ocasión un vestido de gasa, terciopelo y lentejuelas Como complemento, un maxi-colgante en forma de cabeza humana.Sadie,creo que esta pose ya la hemos visto. Pocos registros como modelo tienes,nena. Eso sí, este estampado me gusta más.“Y Salomé, al ver bailar a Sadie, comprendió lo que era sentir vergüenza ajena".
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