
Nothomb asegura que se levanta todos los días a las cuatro y se bebe medio litro de té negro antes de empezar a escribir, tarea que la mantiene ocupada hasta las ocho de la mañana. Presume de ser una de las pocas escritoras que contesta las cartas de todos sus lectores, pero no espereis a que responda a vuestros comentarios blogueros; Amélie Nothomb no tiene blog, ni Facebook, ni Twitter,... Le horrorizan los ordenadores y se niega a tener móvil. Escribe en un cuaderno escolar y siempre con el clásico bolígrafo Bic cristal azul.
Se relaja paseando por el Sena desde el puente Alexander III hasta el Pont Marie y en primavera le encanta visitar el Jardin des Plantes para admirar la belleza de los cerezos japoneses en flor.
Acude a Closerie des Lilas para beber champán, porque sólo allí saben servirlo a la temperatura que le gusta a ella. Protagoniza la portada de todos sus libros y para ello elige siempre a los mejores fotógrafos.
Amélie Nothomb por Sarah Moon
Fotografiada por Pierre et Giles.
"Dios no es el chocolate. Es el nexo entre el chocolate y el paladar que sabe apreciarlo" Entusiasta del chocolate, Amélie Nothomb desmiente la leyenda que hay alrededor de su supuesta afición a los alimentos putrefactos. En cierta ocasión dijo que prefería los plátanos y las uvas maduros porque resultaban más sabrosos pero de aquí a hablar de pudredumbre...
El estilista belga de origen italiano Elvis Pompilio es el sombrerero favorito de Nothomb aunque la autora también siente debilidad por las creaciones de la francesa Marie Mercié
Sin duda las creaciones de Marie Mercié van muy acordes con la personalidad de esta escritora de inquietante mirada que ha protagonizado mi primera entrada post-vacacional. ¡Gracias por vuestras visitas y comentarios! Me pasaré luego por vuestros blogs. ¡Ay, señor, qué mala es la rentrée!